En este vaso de ginebra bebo
los tapizados minutos de la noche,
la aridez de la música, y el ácido
deseo de la carne.Sólo existe,
donde el hielo se ausenta,cristalino
licor y medio de la soledad.
Esta noche no habrá la mercenaria
compañía, ni gestos de aparente
calor en un tibio deseo.Lejos
está mi casa hoy,llegaré a ella
en la desierta luz de madrugada,
desnudaré mi cuerpo,y en las sombras
he de yacer con el estéril tiempo.
*Francisco Brines*
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