miércoles, 28 de diciembre de 2011

Madamme Bonsai y la botella mágica


Esta es la historia de una clase particular y curiosa, donde los alumnos se encontraron por maestro a un mago, un mago que acompañara a sus discípulos en todo momento y  les enseñará todos los trucos de magia que tiene entre sus mangas.

Pero centraré la historia de Madame Bonsái, una muchacha joven y soñadora que es encantada con este mundo mágico con el que se ha topado, jamás se hubiera imaginado acabar en manos de un mago, pero le fascina, quiere conocerlo todo sobre ese mago misterioso, de los misterios que iba a descubrir…

El primer día de clase el mago Cornelius lanza un hechizo de regresión, que lleva a todos a su infancia. Madame Bonsái ve a esa niña traviesa como se divierte escapándose del pequeño parquecito donde tenía sus juguetes, escalando la red intrépidamente, hasta llegar al suelo y salir correteando hasta la puerta de casa. Estar delante de la puerta y mirar que su madre no estuviera viéndola y después de ver que no había moros en la costa, ponerse de puntillas y abrir la puerta para salir escaleras abajo hasta la calle. Le encantaba corretear por la calle, pero era muy pequeña para ir sola a la calle, justo acababa de aprender  a caminar. Su madre siempre la pillaba a tiempo, antes de que pudiera conseguir abrir la puerta del portal del edificio. La madre de Bonsái contaba lo que su hija de menos de un año hacia, y nadie la creía, hasta que decidió hacer fotos como prueba de que no estaba loca…Hoy día esas fotos existen y Bonsái las mira cada vez que tiene ocasión para ver lo intrépida que era siendo asombrosamente tan sumamente pequeña…

Bonsái después de ese maravilloso día que le hizo volver a ser pequeña otra vez, pensó que le encantaba teletransportarse, y tenia ansias de ver a donde se iba a teletransportar en las demás clases. Desde el primer día tuvo claro que esto iba a ser una aventura fantástica y mágica.

Madame Bonsái iba nerviosa e impaciente a la próxima clase, no sabia que le esperaba, solo sabia que tenia que llevar una venda para taparse los ojos…

El mago dispuso a todos que cubrieran sus ojos con vendas, con su varita mágica hizo sonar música encantada. Todos acostados en el suelo con esa música envolvente, una música que te recoge y te traslada a otro mundo, comenzaban a viajar a otros lugares.

Madame Bonsái ha comenzado su viaje, empieza a sentir que cada vez esta más lejos de esas paredes que la encierran y la limitan. Su alma sale de ella, esta plantada delante de su cuerpo, observándose detenidamente, ve como es estar consigo misma. Mira cada centímetro de su cuerpo, cada minúscula fracción de ese delicado cuerpo. Disfrutando de conocer su yo físico, sonríe majestuosamente, le hace gracia la situación, es como si estuviera mirándose a un espejo.

El alma se ha ido, ha muerto, ha hecho el viaje final, pero no preocuparse porque renace mágicamente , el mago Cornelius les ha lanzado un hechizo para que renaciesen sus almas, almas nuevas que había que llenar. Aquí comienza un largo y duro camino que tenían que caminar todos juntos, para llegar a sus destinos. Tendrán la oportunidad de ser mejores seres de lo que lo eran antes, de ser seres maravillosos, seres magníficos, y como no ser lo que uno desee.

Almas nuevas que empiezan a conocer su cuerpo, sus movimientos, sus posibilidades y limitaciones. Son como bebes, no recuerdan andar, pero por instinto empiezan a moverse lentamente, la cabeza, los brazos, las piernas…el deseo de explorar les da el poder para moverse.

Madame Bonsái comienza arrastrándose por el suelo, reptando como una serpiente, apoyando sus manos y sus rodillas gatea como un bebe, después de un camino consigue ponerse sobre sus dos piernas y comienza a dar pequeños pasitos, cada vez sube más el ritmo hasta llegar a correr como una liebre, se atreve a saltar como un muelle con esas piernas tan largas que no consigue nunca ver desde arriba donde empiezan y donde acaban.

Bonsái ha aprendido rápido y se siente libre, totalmente libre, sigue con los ojos cerrados, solo se guía por sus sentidos, sentidos agudizados, huele, escucha y tantea a su alrededor, no sabe donde esta pero le es igual, hace ya rato que no esta en esa habitación.

Esta volando sobre un prado azul, con golondrinas  rosas, entre nubes violetas y naranjas, y una brisa verde la envuelve, sobrevuela el prado hasta planear y aterrizar sobre el. Ha visto una fuente llena de agua fresca y deliciosa, y se planta delante de ella. Comienza a bailar alrededor de la fuente acompañada de mariposas y luciérnagas revoloteando alegremente al ritmo del son de la música embriagadora de Cornelius.
La música para, y cada uno se va hasta su cuaderno y dibujan lo que han vivido, dibujos mágicos salen de ellos, los comentan entre todos y después se van satisfechos a sus casas por ese increíble viaje astral.

Cada vez le resultaba más misteriosas las clases de su querido mago Cornelius, esa noche se acostó soñando con la nueva aventura que les deparaba.

Un par de días después llega con ganas de saber que truco iba a hacer el mago con los globos que tenían que llevar todos…

Globos hinchados y preparados, en la mano mirando cada uno el suyo y sintiendo que somos un globo, el hechizo de esta vez era convertirlos en globos.

Madame Bonsái cuenta después de haberse convertido en globo que recuerda que siendo globo recorría su cuerpo, podía volar, se elevaba una y otra vez. Que rotaba entre sus manos, por la punta de cada uno de sus dedos, por su pecho, donde sentía como latía su corazón alegre. Llena de aire pasaba de un cuerpo a otro, jugaba con otros, se divertía y sobre todo se reía cada vez que asomaba una sonrisa, que ella había sido la causante y eso le emocionaba. Danzo entre dos cuerpos un bonito tango, se encontró en medio de otros compañeros globos, entre otros tantos cuerpos que saltaban una y otra vez, que intentaban que a ninguno de los demás les pasara nada. Al final se vieron en un corro, y han pasado danzando de mano en mano, algunos han caído, ella resistió hasta el final, y eso que estaba deforme y los demás le miraban mal...Para acabar los han tirado a todos al suelo y han ido las demás personitas como locos a matarlos...Pero murieron satisfechos, ya que todos habían acabado su misión de hacer disfrutar...

Convertirse en globo fue para Madame Bonsái  fue una experiencia que le enseño, que para llevar una vida más llevadera necesitamos a los demás, las dificultades y los obstáculos de la vida son menores cuando estamos rodeados de amigos…

Madame Bonsái habla con sus compañeros de lo que les pueda deparar el próximo día, se comenta hasta el día clave, todos llegan con sus vendas y los artilugios que el mago Cornelius les ha encomendado llevar para oler, tocar y sentir…

Todos tumbados como de costumbre en las clases de Cornelius, comienzan a meditar con sus vendas colocadas en los ojos. Cuando de repente Madame Bonsái nota como le cogen de los brazos y la ayudan a levantarse y le llevan para otro lado de la habitación para tumbarla allí.

Va sintiendo como pasan por su lado correteando, se asusta, no sabe que esta pasando, hasta que llega la calma. Siente como alguien se le acerca, siente su calor cerca, se siente segura con ese calor, entonces su nariz nota un olor, un olor raro…al final cae que puede ser alguna planta, por su nariz pasan diferentes olores, tanto como aromas agradables para ella, como olores horripilantes. Le pasan por su cuerpo cosas para que las sienta, le hacen cosquillas ya que tiene cosquillas a morir en cada milímetro de cada una de sus células…se ríe a carcajada limpia cuando le pasan algo por la nariz, le resulta súper cosquilleante y no puede soportar el estar en total silencio…

Después de que sus compañeros terminasen con sus armas sensitivas, pasan a levantarlos y llevarlos por un sendero, un sendero lleno de obstáculos. Madame Bonsái siente como alguien se le acerca para levantarla, una vez levantada no sabe hacia donde le llevan y lo que es mejor no sabe ni tan siquiera de quien le esta guiando, tenia que tener fe ciega en esa persona que le iba a guiar en todo el camino. Pero enseguida sintió confianza y seguridad y se dejo llevar. Solo tuvo miedo cuando de repente siente que se encuentra en la oscuridad, pero enseguida su guía la saca de allí y la lleva por el sendero, la ayuda a pasar los obstáculos y consiguen pasarlos con éxito hasta llegar a mitad de la sala.

En mitad de la sala empieza a sonar una canción, una canción que a Madame Bonsái le fascina, y ciegamente baila llevada por su guía, es un baile mágico que la traslada a una sala de baile paralela donde esta bailando con un magnifico vestido, un precioso valse.

Cuando para la música, la magia del baile para y se para todo…

Después de esta experiencia Madame Bonsái nos deja una poesía que dice así:

Oler, tocar, sentir...
Oler con mi delicada nariz,
olores que enamoran,
olores que apestan...
Tocar, tocar con las yemas
de mis dedos,
y sentir las cosas,
poder ver sin los ojos...
Sentir el calor de alguien,
que te acompaña
siendo ciego.
Estrechando su mano
para guiarte,
y llevarte al baile...

Estaba enamorada de ese mundo de magia y cada vez tenia más deseo de una nueva aventura, para la próxima clase el mago Cornelius les encomendó llevar cinta aislante y periódicos, Madame Bonsái bromeaba que la cinta aislante era para amordazarlos y el periódico para pegarles, en plan masoquistas.

Luego se imaginaba que seria para hacer un disfraz, pero no se imaginaba de que…hasta que descubrió que era para convertirse en indios…

El mago Cornelius les dice a todos que formen grupitos entre ellos, y en bandada salen los grupos, nadie se queda colgado y nadie sobra, han llegado a ser un grupo bastante coordinado, el trabajo que están haciendo con Cornelius da sus frutos.

Todos alrededor de un cono rodeado por un aro, donde dentro del cono había un palo de madera, y en la zona del aro había unas cuerdas y una pelota…ese iba a ser el centro de adoración.

Cornelius da la orden de que se armasen con sus tijeras mágicas, son mágicas porque son unas tijeras extrarápidas, que solo con tener dos para seis personas basta. En menos de un santiamén tenían las seis del grupo la indumentaria de indias lista, para diferenciarse se hicieron unas marcas en la cara y se inventaron un saludo para relacionarse con las demás tribus indígenas de ese poblado.

Madame Bonsái esta danzando con su tribu alrededor del punto de adoración, danzando a un “dios” imaginario, un dios alabado entre gritos de guerra y un cordial saludo que surgió espontáneamente por Bonsái:¡¡¡HULAAA, HULAAA!!! , que gritan una y otra vez, mientras mueven el pecho en el primer “HULA” y en el segundo se dan la vuelta y mueven el culito chocándolo con otro. Era muy gracioso el saludo y se destornillaban cada vez que  lo hacían, danzaban cada vez más rápido, la música les vuelve locas y gritan, saltan, corren, vamos son unas autenticas Indias.

Salen del punto de adoración para ir a conocer las demás tribus, quieren conocer las demás tribus y compartir su cultura con otras culturas, quieren enriquecerse como personas y por eso se relacionan con las otras tribus. Saludan y danzan todos juntos en medio del poblado, ese ha sido el punto de encuentro improvisado. Al final todos las tribus son sola una, una muy grande, una tribu enriquecida por la sabiduría de cada una. Todos en corro se despiden, pero aquí es cada uno como persona individual, cada uno hace un saludo distinto, el que más le plazca. Y es que somos diferentes aunque pertenezcamos a una misma tribu, tenemos nuestros propios pensamientos, deseos, sueños, esto es por que cada cual tiene una personalidad, una personalidad que le caracteriza entre todos los demás y le diferencia entre la multitud.

Cornelius encomienda una nueva insignia a la aventura, una muy extravagante y divertida, dicta dibujar con la mano contraria a la que escriben lo vivido en su tribu. Madame Bonsái sale pitando directamente a su cuaderno y a sus ceras, coge en su mano tonta un puñado de ceras que las aprieta bien en su puño para que no se muevan, y comienza a dejar que su mano haga lo que desee, cierra los ojos y su imaginación y su mano absurda plasman sus pensamientos. Para asombro de Bonsái el dibujo es muy expresivo, abstracto totalmente ya que no se le da bien dibujar, pero le fascina. Ha plasmado lo que es la vida en contacto con los cuatro elementos del mundo, el agua en forma de cascada hasta caer en un mar, la tierra que linda con el mar, el aire de colores morados, sospechosamente el color favorito de Bonsái…fuego rojo vivo, naranja, amarillo, todo una autentica hoguera .

También plasma el Sol, un sol amarillo, amarillo y a su querida Luna, una luna preciosa morada. Bonsái es una lunática en potencia, esta totalmente enamorada de la luna…

En el centro dibuja un núcleo, un núcleo morado como la luna, con un punto negro en el centro. Esta singular esfera que curiosamente parece un ojo, representa a su tribu y el punto negro como no, es Madame Bonsái. 
Bonsái llega a su casa exhausta, agotada de tanta descarga de adrenalina, otro día mágico que despide con un reconciliador sueño, imaginando su nueva aventura…Cornelius ha encomendado que se transformen en un personaje…

Madame Bonsái  en su casa buscando como loca en que personaje desearía convertirse, ella lo único que tenía claro que iba ha convertirse en una mujer luchadora, una mujer con agallas y una mujer con historia para el mundo. Entonces se dispuso a buscar y buscar, y dio con una mujer maravillosa con la que se siente identificada.

Hipatia de Alejandría: una mujer que vivía descontextualizada para su época, en el siglo IV que una mujer tuviera voz propia y no estuviera casada era algo realmente fuera de lugar. Era científica, astrónoma y una  esplendida filosofa, sus alumnos la idolatraban, hombres que se enamoraban de ella y ella pasaba del amor, por el amor al saber. Fue repudiada por los hombres que sentían que una mujer supiera más que ellos era un delito. Estuvo al pie del cañón en las guerras que se produjeron en su pueblo, hasta que vieron que estorbaba y la mandaron a matar lapidada…A Madame Bonsái le fascina ver como una mujer lucha por su causa ante todo, sin importarle morir por su causa…Bonsái tiene claro que nadie la va a enmudecer en este mundo y que alzara su voz aunque eso le cueste la vida, gritara y gritara para que después de muerta siga su grito en los oídos de los demás…

El día de convertirse en personajes llega, todos sentados en corro de espaldas comienzan a transformarse en su personaje, en el personaje de su vida…Esto se convierte en una fiesta con personajes variados, payasos, musas, sirenas, princesas, ave Fénix, etc. Eran muchos y cada cual disfrutaba de su transformación, bailaban divertidos todos juntos y se saludaban gritando sus nombres. En la fiesta juegan con pelotas, saltan, siguen la voz de Cornelius que manda insignias, es toda una fiesta loca. Después de la exitosa fiesta, se sientan en corro y comentan la experiencia. Madame Bonsái comenta en su diario sobre los personajes de nuestra vida…el cuál dice así: 
Mascaras y disfraces a doquier; sonrisas y lagrimas; gritos y silencios; guiones que seguimos en este teatro, un teatro que no acaba. A veces marionetas, guiados por una extraña fuerza, que nos lleva a improvisar los actos de esta obra inesperada para nosotros, aunque sospechosamente dirigida por alguna fuerza sobrenatural…Nos convertimos en el personaje que queremos, personajes adaptados a las situaciones de la vida, somos capaces incluso de sonreír cuando solo queremos llorar, pero es porque lo dicen en el guion y lo hacemos…

Personajes y más personajes…a veces siendo una payasa, otras una madraza, ser de lo más simpático que pueda haber y llegar al otro extremo, ser de lo peor, ser terca, ser orgullosa, y una borde…tenemos tantas mascaras para ponernos, pocas veces actuó sin mascara, a todos no le muestro mi verdadera cara, si muestro mi yo mas profundo me siento vulnerable ante los demás, y yo soy demasiado fuerte y luchadora para que vean que yo también tengo mis debilidades…
  
Llega Madame Bonsái más bohémica que de costumbre, y se sienta a escribir, los trucos de magia del mago Cornelius le ha devuelto a su amiga Inspiración, esta emocionada por volverla a ver y habla con sus Pensamientos, son un verdadero equipo. Bonsái escupe en su cuaderno sus pensamientos y queda satisfecha con sus amigas Inspiración y Pensamientos, una vez más han hecho un gran trabajo.
Llega el final de las aventuras con el mago Cornelius, todos están tristes porque no quieren dejar a Cornelius…Madame Bonsái prepara con sus compañeros dos actuaciones, un cuento y un par de canciones.

El día del cuento se convirtió en una ancianita, le encantaba su personaje, todos sus compañeros le hacían gracia las vestimentas, le quedaban como una autentica vieja. El cuento que representa con sus compañeros es un cuento que habla del otoño, donde todos se divierten cantando y jugando con hojas secas…y a Bonsái le encanta su momento de gloria cuando le toca hablar en esa pequeña obrita de teatro, todos sus compañeros se destornillan con ella , les encanta la actuación de Bonsái…Diferentes cuentos se pudieron ver ese día, los “Tres cerditos” donde se convirtieron todos en cerditos; “La bruja y el payaso” que todos se asustaron de la fea bruja y acabaron viendo que al final era buena y le dieron todos un beso; neandertales que hicieron que todos bailaran la danza de la lluvia; y también pasaron por un bosque lleno de obstáculos…

Un día esplendido para Bonsái, se había convertido en una viejecita que había echo reír a todos sus compañeros, y le encanta hacer reír a los demás, es lo que mas feliz le hace en este mundo…
Ultimo día con el mago Cornelius…un día intenso y cargado de emociones…
Para que se despidieran Cornelius pensó en realizar un gran festival de canciones, a Madame Bonsái le recuerda cuando estaba en el colegio y tenían que preparar un baile para el final de curso, le encantaba la idea y emocionada por la idea elige las canciones a bailar para su grupo.

El grupo de Bonsái son los primeros en bailar, y bailan con faldas hawaianas y con un rey africano (King África) la conocida canción “BOMBA”, como no se lo pasan bombaaaaaaaaaa bailándola, le hace gracia su compañero “Jose King África” es autentico, es de lo más divertido verle bailar. Después del momento estelar de “Jose King África”, llega la canción del Chuchuwa…aquí hay un contratiempo la gramola no lee la canción y entonces no queda otra, Madame Bonsái se pondría al frente y dirigiría a todos a bailar la canción, se puso al principio un tanto nerviosa pero luego vio que los demás le seguían y se animo y se lo paso genial. Termina sin aliento de cantar y bailar como una loca, le dice a todos sus compañeros los magníficos que son y que esta encantada…no lo gusta que este sea el ultimo día, porque se lo esta pasando como una enana…

Todos hacen sus esplendidas actuaciones, Bonsái canta al son de la música se siente divertida por las actuaciones de sus compañeros, le encanta todas; aunque con especial cariño se queda con el popurrí de canciones final que hacen sus más allegados compañeros. Se traslada a su infancia con las canciones que bailan, y se ríe bastante con las payasadas que hacen, son sin duda un grupo muy unido y se nota en la actuación, en definitiva para ella los mejores…

Por otro lado le encanto el momento improvisado de otro grupo de hacer meditación, era la última vez que lo hacían, esas meditaciones que les trasladaban a otros lugares, que les evadía del mundo, que era cada uno lo que deseara…era la ultima vez que lo hacían todos juntos, y por eso fue tan especial…
Finalmente acaban todos sentados en corro, el ultimo corro que se hacia, se acercaba el final, todos se miraban, se sentía la pena de terminar…el mago Cornelius no puede ni tan siquiera hablar, se le nota que de un momento para otra va a llorar.

Madame Bonsái también tiene ganas de llorar, se acaban sus aventuras, ya no volverá a estar en ese mundo mágico, ya no ver al mago Cornelius hacer sus trucos de magia, pero no se podía estar triste porque aunque haya acabado todo, quedaba todo lo que habían vivido…eso le emocionaba gratamente a Bonsái, jamás se hubiera imaginado esto y mira por donde ha sido de lo mejor que le ha pasado en su vida.
Habían previsto como muestra de gratitud cantarle todos al unísono: “Había una vez un circo”, ya que el mago Cornelius era también un gran payaso. Las caras largas se van y todos contentos comparten con su querido mago Cornelius el mayor momento de felicidad…

Trucos de magia, bailes, fiestas, arte, viajes astrales, transformaciones, personajes, teatro, canciones; sentimientos a flor de piel en todo momento; evasión de la realidad…tantas aventuras que Madame Bonsái embotellara y recordara alegremente cada vez que frote, su botella mágica…

*Mara Manzanares*







domingo, 4 de diciembre de 2011

...Del Arte dramático de la Vida...

Sentimientos, resultados de emociones, emociones, que nos estimulan  para acercarnos a personas, objetos, ideas, acciones ... y también nos alejan de ellas.
Una cosa tan simple como mi viejo balón de fútbol, una esfera de cuero con una válvula de aire como corazón, me hace sonreír.
También me hace sonreír escuchar una canción que me gusta, sentir de repente como unos hilos invisibles me asaltan y me transforman en una marioneta, movida al son alocado que marca la preciosa mano de la musa Calíope.
Sentimientos, sonreír, enamorarse, llorar... ver un espectáculo de variedades en la primera butaca de este gran teatro llamado vida. La función de la vida.
Primer acto... bienvenida y presentación en sociedad en el gremio de actores, aprender, observar, interactuar, experimentar, descubrir, formarte para salir a escena e interpretar tu rol lo mejor posible.  
Segundo acto... aparecen nuevas figuras a escena, figuras desconocidas que hacen que sienta curiosidad por descubrir qué se esconde tras ese velo misterioso en el que se envuelven, tener la certeza de que entre bambalinas se esconde la intérprete de esta función de la vida que merece la pena conocer. 
Tercer acto... crees encontrar a tu compañera de reparto ideal, estás en la certeza de ello, y comenzáis a ser parte de este idílico relato, pero... por circunstancias se empieza a actuar de manera errática, se apagan los focos, cae el telón apresuradamente y te encuentras solo, en medio de la oscuridad, llorando un río a cada lado de tu cara sin desmaquillar.
Dicen que la vida es un teatro lleno de malos actores, te consideras un pésimo actor en esta función, tu mirada se pierde y aparecen de repente miles de preguntas, una tormenta de pequeños pinchazos asaltan tu mente y algunos creedme, realmente duelen y juras que jamás volverás a pisar un escenario, verás la vida, si la ves, desde la platea, como un sueño inalcanzable.
Cuarto acto... sigues buscando ese sueño, pero sigues huyendo del dolor,  y sin darte cuenta, entras en una sala medio vacía, se enciende un foco y ahí está ella, pequeña, preciosa, misteriosa...  entonces vuelves a creer, escuchas una voz desde el cielo, alzas la vista y descubres que la luna te está hablando y te dice: "sucede también, que sin saber cómo, ni cuándo, alguien aparece nuevo en tu vida, te eriza la piel y te rescata del naufragio".
Quinto acto... está por escribir, puede que sea un gran final, puede que no, puede que se hable de abrazos, de amor imperfecto, puede que hayan cicatrices pasadas que condicionen, pero también puede haber esperanza.
La luna... la mayor espectadora de la tierra. Si la luna pudiera hablar...
A la luna se le ve el ombligo...                                                                  
Quisiera ser tan alto como la luna y mirar por la ventana cuando estés desnuda.

*Mariano Huertas*