domingo, 4 de diciembre de 2011

...Del Arte dramático de la Vida...

Sentimientos, resultados de emociones, emociones, que nos estimulan  para acercarnos a personas, objetos, ideas, acciones ... y también nos alejan de ellas.
Una cosa tan simple como mi viejo balón de fútbol, una esfera de cuero con una válvula de aire como corazón, me hace sonreír.
También me hace sonreír escuchar una canción que me gusta, sentir de repente como unos hilos invisibles me asaltan y me transforman en una marioneta, movida al son alocado que marca la preciosa mano de la musa Calíope.
Sentimientos, sonreír, enamorarse, llorar... ver un espectáculo de variedades en la primera butaca de este gran teatro llamado vida. La función de la vida.
Primer acto... bienvenida y presentación en sociedad en el gremio de actores, aprender, observar, interactuar, experimentar, descubrir, formarte para salir a escena e interpretar tu rol lo mejor posible.  
Segundo acto... aparecen nuevas figuras a escena, figuras desconocidas que hacen que sienta curiosidad por descubrir qué se esconde tras ese velo misterioso en el que se envuelven, tener la certeza de que entre bambalinas se esconde la intérprete de esta función de la vida que merece la pena conocer. 
Tercer acto... crees encontrar a tu compañera de reparto ideal, estás en la certeza de ello, y comenzáis a ser parte de este idílico relato, pero... por circunstancias se empieza a actuar de manera errática, se apagan los focos, cae el telón apresuradamente y te encuentras solo, en medio de la oscuridad, llorando un río a cada lado de tu cara sin desmaquillar.
Dicen que la vida es un teatro lleno de malos actores, te consideras un pésimo actor en esta función, tu mirada se pierde y aparecen de repente miles de preguntas, una tormenta de pequeños pinchazos asaltan tu mente y algunos creedme, realmente duelen y juras que jamás volverás a pisar un escenario, verás la vida, si la ves, desde la platea, como un sueño inalcanzable.
Cuarto acto... sigues buscando ese sueño, pero sigues huyendo del dolor,  y sin darte cuenta, entras en una sala medio vacía, se enciende un foco y ahí está ella, pequeña, preciosa, misteriosa...  entonces vuelves a creer, escuchas una voz desde el cielo, alzas la vista y descubres que la luna te está hablando y te dice: "sucede también, que sin saber cómo, ni cuándo, alguien aparece nuevo en tu vida, te eriza la piel y te rescata del naufragio".
Quinto acto... está por escribir, puede que sea un gran final, puede que no, puede que se hable de abrazos, de amor imperfecto, puede que hayan cicatrices pasadas que condicionen, pero también puede haber esperanza.
La luna... la mayor espectadora de la tierra. Si la luna pudiera hablar...
A la luna se le ve el ombligo...                                                                  
Quisiera ser tan alto como la luna y mirar por la ventana cuando estés desnuda.

*Mariano Huertas*

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