Pero miro mis manos y me doy cuenta de que no me queda nada.
Todo se esfumo, se fue con ese primero gemido de dolor cuando escuche: ¡No puedo más...!
Una lagrima asoma por mi mejilla...esa amarga lagrima fue el principio de estos ojos cansados que no encuentran consuelo.
Ellos saben que jamas volverás... y que todo lo que creamos entre nosotros se quedo en un vació "nada"...
Ese nada que duele mirar y ver que después de todo no puedas tan siquiera mirar a la cara a esa persona que lo fue todo...
*Mara Manzanares*
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